Cuando era niña, mi clan tomó muchos viajes largos en automotor hacia el norte desde Chicago para visitar el cortijo de caballos y manzanas de mi tía en Wisconsin. En el tiempo que llegamos al camino de tierra, los caballos corrieron hacia el paso para saludarnos. Pasamos cotidianamente de nuestro desplazamiento trabajando y visitando. Cada mañana, el sonido de latas de cerveza atadas a los árboles tintineando en el hálito como las campanas de ciclón nos despertaba. (Mi tío estaba atraído de que el olor despediría al venado ansioso.) Fuimos al huerto a la primera hora, la mayoría de el futuro consumida por la recolección de bushel tras bushel de manzanas, mi hermano y yo persiguiendo la mejor fruta que había Ahora caído al suelo.
Luego, nos daríamos un camino por la tarde, con un pequeño saco de manzanas que habíamos guardado para los caballos. Esto fue seguido por las noches de cochura y enlatado, reservando las cascarillas de manzana y los desecho para presionar la sidra y tirar a los perros. El emanación de una manzana de McIntosh y el fuerte chirrido de herir una fruta recién recolección, los jugos que corren por mi barbilla, me devuelven en seguida a la infancia alusión de suéteres gruesos de hebra, zapatos cubiertos de barro y susurros en pilas de heno en la cuadra . Más tarde, una vez que mi clan eligiera dejar la granja de manzanas, mi antepasado se retiró y decidió plantar alguien árboles propios en una pequeña propiedad de tierra a la vera de su casa en LaCrosse, Wisconsin. Los pocos árboles se convirtieron en doce variedades de manzanas, que de manera frecuente encaraban su destino en el suelo cubierto de hojas húmedas, antes de localizar su camino en una fuente para asar. De todos modos, esas manzanas estaban bien y me presentaron a lo que actualmente se considerarían variedades de reliquia, como Cortland, Keepsake y Paula Red. Cada agosto, conforme la canícula se aproxima al otoño, espero con ansiedad que las ramas cuelguen pesadas de manzanas. Digo mis despedidas anuales a bayas y frutas de hueso y sueño nuevas recetas para la generosidad del otoño. El espacio de recolección de manzanas puede eternizar varios meses, aun en la mayoría de las regiones de clima frío son solo algunas. En marzo, antes de que los dulces de el florecimiento lleguen al mercado de los agricultores, creo que sería el panadero más feliz si jamás me comiera otra manzana. Mas por el momento, en el mes de octubre, no podría encontrarse más contento de localizarme en la mitad de la temporada de la manzana. Entonces, ¿qué debe ver un panadero con las manzanas de otoño que abundan? Hornear pasteles, patatas fritas y zapateros, naturalmente. Presionar la sidra y la lata de salsa. Cómalos frescos o bien asados, con una gota de sal marina y un chorrito de aceite de aceituna. Sumergirlos en caramelo y freírlos en una fritura. O recorra el mercado de agricultores y pruebe las variedades de reliquia que son nuevas para . No importa cómo elijas festejar el fruto más barragana de los Estados Unidos, asegúrate de disfrutar el momento de manzanas al máximo. ¡Y no olvide compartir sus historias de manzanas y sus recetas favoritas con #ICEculinary y #culinaryvoice! Acá hay una lista de diferentes manzanas que he tenido la suerte de comer y adobar con un pastelero, aparte de algunas notas sobre cómo usarlas: Las manzanas McIntosh, Cortland, Gravenstein y Empire son mis opciones para calentar. Tienen una disposición más suave y no son tan jugosas como otras variedades, lo que las hace perfectas para cocer en una tarta exento dejar el aspecto del fondo empapada. Pink Lady, Honeycrisp y Cameo son algunas de mis manzanas favoritas para atacar y asar. Son lo suficientemente restallantes para aguantar altas temperaturas y principalmente dulces, por lo que se caramelizan a la perfección. Gala, Fuji y Braeburn son excelentes manzanas para todo empleo. Son geniales para comer fresco, mas asimismo para cocer muy bien. Tienen un cautivador equilibrio de dejo dulce y agrio con una contextura crujiente. Granny Smith es una variedad muy popular. Carente, no los amo en dulces. En su lugar, los encuentro más adecuados para aplicaciones sabrosas. Disfruto emparejándolos con quesos ricos y mantecosos, o cortándolos para ensaladas y sándwiches, y mi elegido absoluto: ¡combinarlos con gorgonzola y panceta en mi pizza!Si quieres conocer pero sobre indumentaria de cocinero te invitamos a continuar este sitios.
0 Comments
Leave a Reply. |
AuthorWrite something about yourself. No need to be fancy, just an overview. Archives
May 2019
Categories |